viernes, septiembre 09, 2005

Joaquín


En vista de vuestros grandes avances, pasamos a la fase 2 del método Candelario. El ejercicio que nos ocupa hoy consiste en escribir un relato comenzando con la frase de la ilustración "Joaquín tiene 9 años y una estilográfica...." Hay suculentos premios para l@s ganadores/as, SUERTE.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Joaquín tiene nueve años y una estilográfica .
Camina por el suelo y se cansa.
Joaquín tiene alas y a veces vuela.
Pero como a Ícaro, el sol le acaba derritiendo sus alas de cera.
Joaquín camina por el suelo esclavo del peso de sus suelas.
Se cansa demasiado.
Y por eso...
Por eso siempre vuela.

7:16 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Qué sentido tiene jugar a ser mayor si los mayores no quieren ni saben jugar. Él escribe aquello que siente sin el velo de la edad y el peso de los miedos, fobias, obsesiones y manías que un día deciden habitar en nosotros a cambio —no hay nada gratuito en la vida— de ilusiones fallidas. Un cumpleaños sin regalos, el abuelo que se muere, la leucemia de tu hermano, los Reyes Magos, Papá Noel, Ratoncito Pérez, el hombre del saco, Peter Pan, Alicia, Dios, ley, moral, libertad... Sartre.

12:15 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Joaquín tiene nueve años y una estilográfica.

Joaquín pasa horas y horas ante la ventana de su habitación llenando hojas de papel con cuadritos de sueños y aventuras; de historias que le hacen reir o llorar e incluso, a veces, le sorprenden.

Ve desde su mesita el álamo grande que está plantado en la plaza y se mece, como su espíritu, cadencioso o azorado, que le acompaña silencioso a todas horas y le sugiere historias que él después puede escribir.

A veces Joaquín ve, desde la ventana de su habitación, a los niños jugar al futbol en la calle. Entonces, baja corriendo por las escaleras y cruza entre ellos como un fantasmita hasta sentarse en el tranco de la casa de enfrente. Los ve correr tras de esa pelota gritando y riendo hasta que la sombra del álamo se alarga tanto que oscurece toda la calle. Entonces, los niños se van poco a poco, dejando a Joaquín solito, sentado en el escalón e invadido por una extraña sensación, "¡Que raros son esos niños!", piensa.

8:11 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Si señor, desde aquí felicitar a Carlitos por su buen hacer literario y por su reciente proxima paternidad, ¡que sea enhorabuena, LA CANDELA engrosa sus filas!

11:31 a. m.  

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